Madrid, España, 26-07-2004

El supuesto de hecho se inicia el 26 de julio de 2004, fecha en la que el agente de jugadores “Agente X”, actuando en nombre de la compañía “Sociedad S”, y el club de fútbol “Equipo A”, firmaron un contrato según el cual el Agente X se comprometía a colaborar con el Equipo A en las gestiones por la adquisición del Jugador L y, a cambio, el Equipo A debía abonar al Agente X una suma neta total de 650.000 EUR a la que debía añadirse el IVA. Esta suma tenía que pagarse en tres plazos: 200.000 EUR el 15 de julio de 2005, 200.000 EUR el 15 de julio de 2006 y 250.000 EUR el 15 de julio de 2007. El contrato contenía otras dos cláusulas relevantes: el Agente X tenía derecho a un 5% de la suma que recibiera el Equipo A en caso decidiese traspasar en el futuro al Jugador L; y todas las sumas a pagar era netas, IVA no incluido. El 17 de Junio de 2005 la Sociedad S envió una factura al Equipo A por la suma de 200.000 EUR más 39.200 EUR en concepto de IVA. El Equipo A no abona lo debido en el primer plazo (15 de julio de 2005) y tampoco lo debido en el segundo (15 de julio de 2006). El 30 de Agosto 2006 el Agente X decide reclamar ante la FIFA el impago de los dos primeros plazos.

El cliente es el Agente X y su objetivo es cobrar la parte de la deuda que el Equipo A no ha pagado y que ya es exigible y obtener el reconocimiento de su derecho a cobrar la parte de la deuda que aún tiene que expirar.

La estrategia del abogado se basa en demostrar que el Equipo A ha incumplido con su obligación contractual y que, por lo tanto, debe abonar el importe de la deuda ya expirado al Agente X.