Barcelona, 06-09-2005

El supuesto de hecho se inicia el 06 de septiembre de 2005, fecha en la que se devuelven las llaves de una vivienda sita en Barcelona, y que había sido objeto de un contrato de alquiler celebrado el 15 de septiembre de 2000. 

El contrato de alquiler se celebra entre Don Juan, propietario del inmueble, y Doña Juana, arrendataria, aunque en realidad el piso estaba habitado por tres estudiantes. 

Poco antes de finalizar el plazo de cinco años, Doña Juana recibe un burofax del administrador de fincas, comunicándole la intención del Don Juan de no renovar el contrato. 

Doña Juana entrega las llaves al administrador de fincas el día 06 de septiembre de 2005, y en dicho acto se compensa la obligación de devolver la fianza con los dos últimos meses de renta de julio y agosto, abonándose por la arrendataria la diferencia positiva que resulta. 

Meses después de producida la entrega, la inquilina es demandada por el propietario de la vivienda, reclamándole una cantidad de dinero que afirma que le adeuda por el alquiler de julio y agosto, por la última factura de suministros con los que contaba la vivienda y por los daños ocasionados tanto en el continente como en el contenido de la vivienda.

El cliente es Doña Juana y su objetivo es no abonar cantidad alguna a Don Juan por los conceptos que le reclama (rentas pendientes, factura de suministros y daños en la vivienda).

La estrategia del abogado consiste en acreditar que la entrega de las llaves al administrador se produjo a satisfacción del mismo, con compensación de las rentas pendientes. En relación con los daños que se le imputan, tratará de acreditar el pésimo estado de conservación en el que ya se encontraba la vivienda en el momento de ser arrendada.