Doña Valeria y Don Gonzalo contrajeron matrimonio en 1991 en Buenos Aires, país de origen de ambos, fruto del cual nacieron dos hijos: Mónica y Álvaro, los cuales en la actualidad contaban con 20 y 14 años de edad. 

Debido a las desavenencias producidas en el matrimonio, entre las cuáles se encuentra el maltrato físico al que Doña Valeria se ha visto sometida en los últimos tiempos, ésta decide presentar Demanda de divorcio contencioso, ya que ha resultado infructuosos los intentos de llegar a un acuerdo con Don Gonzalo para la disolución del matrimonio. 

Por tanto, Doña Valeria interpone Demanda de divorcio contencioso ante el Juzgado de Violencia sobre la Mujer nº2 de Palma, que en estos momentos está tramitando un procedimiento penal con motivo de los malos tratos físicos recibidos por ésta. 

El cliente es Don Gonzalo y su objetivo es que se inadmitan las peticiones de Doña Valeria y, en su lugar, se decrete la disolución por divorcio del matrimonio y se le otorgue a él mismo la guarda y custodia del hijo menor o, subsidiariamente, la custodia compartida por ambos progenitores.

El abogado de Don Gonzalo basa la defensa de sus pretensiones en la actitud mantenida por Doña Valeria, constante el matrimonio, respecto a sus hijos y su tipo de vida, alegando el principio de favor filii. Asimismo, alega la necesidad de mayor protección económica de Don Gonzalo, por encontrarse en una situación más desfavorable que la de Doña Valeria.